La apuesta es ofrecerla a mercados internacionales destacando sus beneficios para la salud humana, como fuente de nutrientes saludables –proteínas y minerales (hierro y zinc)– además de vitaminas de complejo B y D.
Con esta propuesta de comercialización se busca empezar a constituir un agroemprendimiento en estas zonas del país golpeadas por el conflicto armado.
Así lo sostiene la estudiante Susana Jaramillo Cardona en su trabajo de grado en Administración de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales.
“Esta carne es reconocida y apetecida por su sabor y color, además de su terneza y jugosidad. Tiene menos grasa total y más hierro y zinc por gramo que otras especies”, destaca la estudiante de último semestre.
Agrega que aunque en este municipio la producción no es muy alta porque su actividad económica está soportada principalmente en la lana y las actividades agrícolas (cultivos de hortícolas, caña panelera y frutales como tomate de árbol y mora, y caficultura), se está impulsando que los agricultores le apuesten a la carne ovino-caprina como impulsador económico de este territorio.
Potencial ovino
Aunque el fuerte en esta zona del país es la lana y la leche, el municipio está entre los 30 con mayor cantidad de cabezas de ovejas, lo que refleja su conocimiento y larga experiencia trabajando con estos animales. De hecho el sector ovino constituye el 26,95 % de las cabezas de ganado que se crían en esta localidad.
La estudiante de la U.N. explica que una de las potencialidades del municipio es que cuenta con la raza ovina Romney Marsh, que produce 50 % de carne y 50 % de lana y además se adapta a las lluvias y a las condiciones topográficas de Marulanda, lo que la hace comercialmente importante para la zona.
En cuanto a la producción de carne caprina, la investigación hace énfasis en que no es una ganadería fuerte dentro del municipio de Marulanda, por lo que en las condiciones actuales su explotación no sería posible; sin embargo como su alimentación y adaptación geográfica es similar a la de las ovejas, sí sería posible potenciar la producción de cabras aumentando los ejemplares dentro del municipio.
Producción informal
Aunque La Guajira aporta hoy más del 50 % de ambas especies (ovejas y cabras) toda su producción es informal y su consumo es local: “el departamento posee una alta dispersión entre sus municipios y la conexión entre estos es casi nula”, explica la estudiante de la U.N.
Agrega que esta situación explica la precaria infraestructura logística característica de la región, que se ha convertido en uno de los departamentos con mayores niveles de pobreza y miseria, según un informe de la Cámara de Comercio de La Guajira de 2016.
Por otra parte, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Caldas es el quinto departamento colombiano más competitivo –después de Cundinamarca, Antioquia, Santander y Risaralda–, puesto que ocupa gracias a aspectos clave como su infraestructura logística, su fortaleza económica y la gestión pública, lo que hace que sea viable para el emprendimiento.
Dadas las condiciones del mercado, y sabiendo que La Guajira no tiene los medios necesarios para satisfacerlo, este trabajo concluye que para Marulanda se abre una posibilidad y una oportunidad por su trayectoria en ovinocultura y por las bondades competitivas que ofrece Caldas.
Esta investigación será un insumo para el programa Colombia Científica, que llega a zonas afectadas por el conflicto armado con proyectos productivos.