Así lo sentenció Luis Fernando Acebedo, profesor de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, quien ha sido un crítico del Plan de Ordenamiento Territorial de la capital de Caldas, al aplaudir la decisión del Concejo de esta ciudad de negar la autorización, en primer debate, de las zonas de expansión Veracruz y La Aurora. En esta última área se pretende construir la Urbanización Tierraviva, cerca de la Reserva Forestal Río Blanco.
El profesor Acebedo manifestó que por primera vez el Concejo de Manizales logra sobreponer los intereses públicos y colectivos a los intereses privados, especialmente en épocas de cambios climáticos.
“Se está protegiendo la zona norte de esta ciudad, como la zona ecológica principal del municipio. Río Blanco se debe proteger y eso es lo que están pidiendo colectivos y organizaciones sociales. Esperamos que la plenaria del Concejo ratifique y le dé firmeza a esta decisión”, precisó el docente de la U.N.
Por su parte, Gonzalo Duque Escobar, docente de Ingeniería Civil de la U.N. y miembro de la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales, fue enfático en manifestar que esta decisión representa un Sí a la biodiversidad, que ya expresaron además 10.500 manizaleños con sus firmas para rechazar la construcción de la urbanización Tierraviva, cerca de esta reserva natural.
“Es una decisión importante e histórica, porque el POT, por ser a 12 años, incorpora decisiones cuyo alcance van hasta el 2029”, dijo el profesor.
Este lugar tiene una extensión de 4.932 hectáreas de bosque de niebla, limitando con los municipios de Marulanda y Neira. Está ubicado entre los 2.150 y 3.700 msnm, la temperatura promedio es de 11 °C y tiene una humedad relativa del 90 %.
Proyecto, a instancias judiciales
Los profesores de la U.N. aclararon que aunque la Comisión Primera haya votado de forma negativa la zona de expansión de La Aurora, la Secretaría de Planeación del municipio no tiene la facultad para revocar la licencia de construcción con la que cuenta el proyecto, que fue otorgada por la Curaduría Urbana de acuerdo a la normatividad vigente, por lo que el futuro del proyecto dependerá de instancias judiciales.
El Concejo de esta ciudad sí aprobó, en primer debate, el Kilómetro 41, Morrogacho y Rosario como zonas de expansión para integrar a la capital de Caldas con la región y el occidente de Colombia.
El Km 41, al noroeste de Manizales, se encuentra el área propuesta con potencial de crecimiento para albergar un tipo de urbanización de uso mixto que incluirá un centro industrial enfocado en negocios agroindustriales y que se beneficia de las excelentes conexiones terrestres con Medellín, Cali y el nuevo Aeropuerto del Café.
Entre tanto, El Rosario, área principalmente residencial, complementará este uso con el aprovechamiento del territorio para actividades comerciales, servicios, instituciones e industrias.
En Morrogacho se permitirán actividades recreativas y contemplación del paisaje con acceso a los visitantes a través del desarrollo de infraestructura mínima que permita su apropiación y disfrute ciudadano, tal como sendero o miradores, conservando la conectividad, principios y criterios priorizados para estas áreas.
Estos suelos forman parte de la propuesta presentada por la administración municipal en el proyecto de acuerdo del POT, con la cual se busca potencializar el desarrollo físico territorial del Municipio, y de esta forma poder urbanizar, construir vivienda y mejorar el déficit actual, así como fortalecer los usos del suelo según su vocación.
Propuesta
El profesor Acebedo precisó que todas las ciudades deben tener previstas zonas de expansión urbana. En el caso de Manizales, la ciudad se quedó por fuera de los ejes principales de desarrollo porque se cambiaron las definiciones más importantes de movilidad regional.
“En esta medida, Pereira logró posicionarse como una estrella de movilidad en la región. La estrategia que debe hacer la capital de Caldas es conectarse con los ejes de desarrollo regional y de movilidad. La opción más viable es hacia la Troncal de Occidente, para tener una ciudad metropolitana”, dijo el experto de la U.N.
Según el docente, pensar en esta proyección le permite a Manizales una unión con municipios como Chinchiná, Palestina y Neira, para que la expansión se dé donde realmente se debe conectar y así proyectar la economía regional, no sobre las zonas que proveen de agua y donde está la posibilidad de conectividad biológica y ecológica regional.
La invitación que hace la U.N. es a pensar en cómo se puede conectar la ciudad con los mercados regionales y globales, especialmente con la Troncal de Occidente.